Después de 26 días llenos de idas y
venidas, viajes largos y cortos, hacer y deshacer la maleta y, sobre todo, de días
llenos de emociones me siento delante de un papel y un boli, dejando que sea el
corazón quien dicte cada palabra…
No se muy bien como empezar. No se cómo
expresarme. Más bien, no se lo que siento… He vivido muchas cosas en poco
tiempo; me llena de alegría pensar en muchas de ellas pero me muero de miedo
por revivir otras sin saber que me harán sentir esta vez. Tengo el corazón
cargado de nuevos nombres, nombres que hacen que la piel se me ponga de gallina
cada vez que los pienso, nombres que me han llegado directamente al corazón. A
veces a parecen en tu vida persona que te llenan, que te dan una felicidad
plena al ver su mirada llena de una felicidad inmensa a pesar de los miedos y
las inseguridades que caminan con ellos. Esa mirada te hace darte cuenta de lo
agradecida que debo estar por ser lo afortunada que soy, al tener la familia
que tengo, mis amigos, el tener la oportunidad de vivir experiencias de este
tipo que me hacen conocer a gente maravillosa
En este camino duro pero a la vez
satisfactorio, porque te metes en una realidad que no sabias que existía pero
que realmente esta mucho más cerca de ti de lo que pensabas, me ha acompañado
gente… gente especial, que me ha hecho el camino mucho más fácil y seguro. Gente
con la que he hablado y he abierto mi corazón de par en par sin miedo a lo que
dijeran porque sabía que no me juzgarían. Con ellos he encontrado mi sitio, me
he visto reflejada en sus miradas y acompañada en cada paso que he dado. Una
conversación, un plan de vida compartido, inseguridades y miedos hablados,
dudas propuestas… son componentes de algo que no se puede expresar con
palabras. Un cariño surgido en pocos días. Un amor compartido a lo que nos une.
Un abrazo. Secar las lágrimas en un momento de emoción. Una dura despedida. Un sentimiento
compartido. Es algo que no tiene definición en un diccionario ni palabras para
ser comprendido, es un amor correspondido.
"El hombre descubre la vida de su alma
en la medida que se adentra en su interioridad" gracias a lo vivido, a
toda esta gente que se me ha aparecido en el camino, me he adentrado un poco más
en mi interior… desequilibrando todo aquello que parecía sólido, proponiéndome
buscar respuestas y no dejar de hacerlo.
Gracias.
Gracias por todo
lo vivido juntos, por todos esos momentos que no se olvidan, que marcan. Por
las miradas, por cada palabra de animo, por la acogida, por el cariño mostrado,
por cada conversación… por todo aquello que sólo nosotros sabemos. Gracias.
Marta.
Rodrigo. Juncal. Maite. Bego. Borja. Ana. Itziar. Alba. Juan. Teresa. Vero. María.
Inés. Patxi. Clara. Carlos.
“El
amor no falla nunca”
Uau :)
ResponderEliminar