Se que me acompañas diariamente, a cada
segundo, que me abrazas en duros momentos y que ríes conmigo en los buenos, que
no me abandonas, que luchas porque me mantenga en pie y que me secas las lágrimas cuando estoy
pensando en ti. Sabes que son lágrimas algo complejas, compuestas de alegría y
de tristeza, pero que te mantienen cerca de mí, sin que te distancies, sin que
desaparezcas, iluminando mis días como la estrella que más brilla, como
recuerdo que más me alegra. Mi corazón está lleno de alegría por saber que
estás en él, que de él nunca te irás, que perdurarás ahí como un tesoro. Estás
conmigo a pesar de la distancia.
No dudo que estés donde estés siempre estás
mirándome por una mirilla eterna.