Seguidores

23 de mayo de 2013

Una vez más, iMil_GRACIAS

iMil_Escenas. iMil_Gracias a todos los que estuvieron en escena, por el esfuerzo y la alegría puesta en esta obra, a todos los que estuvieron detrás del telón, a los que han impulsado la obra y a todos los que han puesto su granito de arena para que todo saliera tan genial, porque esto no se hace solo y detrás hay muchas horas, a veces llenas de estrés y nerviosismo pero sobre todo llenas de ilusión.
Porque uno solo nunca puede llegar lejos.


10 de mayo de 2013

Cosas que dicen



Dicen que una mirada vale más que 1000 palabras, y digo yo, que si esa mirada va acompañada de una sonrisa, la mirada ya ni tendrá precio. También he oído aquello de que un clavo saca otro clavo, pero entonces, si dos clavos se juntan qué pasa. Pues la madera es la que acaba dolorida, sola y sufriendo. Que efectivamente, después de una tormenta siempre llega la calma, pero cuidado, porque puede que te confundas y creas que la calma ha llegado y aún sigas en plena tormenta. Que el dinero no da la felicidad, pero que aun así, siempre ayuda a conseguirla. Que sí, que a buen entendedor pocas palabras bastan, pero que mejor es explicar las cosas bien, a no que luego hayan confusiones de las que puedas arrepentirte. Que a caballo regalado no le mires el diente, pero cuidado, porque podría estar enfermo. Y que efectivamente, cuatro ojos ven mejor que dos, y si necesitas ayuda, lo mejor es que la pidas. Y que donde las dan las toman, así que piensa antes de actuar, para no hacer daño a nadie. Y que obviamente, cada día que amanece, el número de tontos crece.

1 de mayo de 2013

Merece la pena



Nadie dijo que fuera fácil, sólo que merecía la pena.

Y  de repente ahí estás, a los pies de una cama donde hay dolor, delante de un enfermo que sufre en silencio por no querer “molestar” a los demás, al lado del hijo que se esfuerza por sacar una sonrisa a su padre moribundo o de la madre que no pierde la esperanza por querer lo mejor para su hija. Y simplemente por estar vestida de blanco depositan en ti toda su confianza, se abren a ti y te sonríen vayas a hacerle una cosa u otra, sin protestar, poniendo su vida entera delante tuya.

Entre cuatro paredes verdes, con el dolor y sufrimiento como compañeros de viaje se alegran por una visita inesperada, sonríen para tranquilizar al familiar, te mira el que nada puede decir para agradecerte el que simplemente le llames por su nombre o el que le dediques algo de tiempo, el marido que le da la mano a su mujer para transmitirle serenidad o el nieto que lleva su peluche preferido a su abuelo para que no se sienta solo por la noche…

Nunca pensé que pudiera haber tanta alegría y tanto amor en un hospital. Agradecida. Sin dejar de aprender a acompañar a una persona que sufre. Teniendo como ejemplo de valentía, superación y de demostración de amor a los que les rodean, a todos los que luchan contra la enfermedad. Y sabiendo que no se debe perder de vista el sentido que te impulsa.