Septiembre

Septiembre… Las calles de la ciudad empiezan a llenarse de vida. Vidas que comienzan el mes quejándose porque ya se terminan las vacaciones aun sin haberse acabado, porque vuelve la rutina, porque comienza el trabajo o las clases, porque vuelven los domingos desesperados... Vidas, que se dejan inundar por lo negativo de las callejuelas que recorres día a día. 

No nos conformamos nunca con nada. Si llueve porque llueve y si hace calor porque hace calor. Si te regala una rosa puede que sea demasiado cursi y si no te la regala puede que de verdad no te quiera. Si haces lo que realmente te hace feliz eres una loca y si no lo haces es que eres una vencida. Si lloras es que te tomas las cosas demasiado en serio y si no lloras eres una persona sin sentimientos. 

 ¡Sé feliz! 

 Deja de chorradas y ¡disfruta! Disfruta viendo caer la lluvia desde la ventana de un bar tomando café con esas amigas inmejorables. De los rayos de sol que te permiten salir a llenarte de la vida que tienen las calles de tu ciudad. De los detalles que te muestra esa persona, por muy pequeños que sean, porque el tiempo se encarga de convertirlos en grandes. Disfruta de lo que haces. De las lágrimas de alegría. No te olvides, que todo tiene su parte buena, aunque caigan por tu mejilla lágrimas de tristeza, alguien estará ahí para secártelas y sacarte una sonrisa en el peor momento.

No le pongas barreras a la vida, que será lo que el destino quiera que sea y el karma le deje.