Seguidores

28 de febrero de 2013

Básico para no rendirte



Aprendí que perdiendo también se gana. Aprendí que la memoria no borra, esconde. Que el tiempo no cura, pero ayuda a sanar. Aprendí a escuchar cuando oí su silencio, a pedir perdón cuando me di cuenta del error. Aprendí a levantar la cabeza cuando sentí odio, a llorar cuando me di cuenta de que no valió la pena y a reír cuando soñé con su sonrisa. Aprendí a recordar cuando entendí que todo vale la pena. Aprendí que no termina, que cambia de forma. Que hay que rodear y llegar al otro lado para darse cuenta de que siempre es lo mismo. Aprendí que el “nunca más”, nunca se cumple y que el “para siempre”, siempre termina. Aprendí que el que quiere puede y lo consigue. Que a veces el que arriesga no pierde nada y que perdiendo también se gana. Para aprender a andar antes hay que caer, para celebrar los triunfos hay que aprender a aceptar las derrotas, para sonreír hay que saber sufrir, para saber valorar las grandes cosas antes hay que aprender a valorar los pequeños detalles y para conseguir algo antes debes creer en ti.




21 de febrero de 2013

GRACIAS




Sólo hay una palabra que defina el día de hoy: Gracias. Porque después del esfuerzo, la dedicación y, sobre todo, la ilusión de niños, profesores, jóvenes, familias, mayores… hoy ha sido un gran día.
  
Gracias a todos los que se han involucrado de una manera u otra; organizando, con la música, ensayando el baile, preparando los juegos y ayudando en ellos, bailando o repartiendo los bocadillos. Gracias, porque salió el Sol y se dio ese pequeño 7% de posibilidades que había de que fuese un bonito día.

Gracias a todos los que han hecho este día posible.    


11 de febrero de 2013

El día de hoy, es el mañana de ayer



A veces no nos damos cuenta de lo rápido que pasa el tiempo, de lo veloces que corren los segundos, sobre todo cuando intentas pararlos sin éxito. El tiempo no se preocupa en preguntarte si estas preparada para que pase, pasa sin más y eres tú la única persona que se puede encargar de ir a la par. 

El tiempo pasa para todos, hasta para los que prefieren anclarse en el pasado, y recrearse en aquellas historias que se acabaron sin un final feliz. Muchos ilusos creen que el tiempo es un aliado que nos cura las heridas, pero se equivocan el tiempo no cura nada, el tiempo solo te aleja de las situaciones que quieres olvidar, pero el tiempo no es capaz de borrar los recuerdos, que duelen como balas en el alma, el tiempo no puede hacernos olvidar aquellas personas que estuvieron pero ya no están, el tiempo no te ayuda a superar las traiciones ni puede borrar las caricias, los besos, los abrazos ni los momentos. El tiempo no borra absolutamente nada, solo te hace recordar que el pasado al que te aferras jamás volverá por mucho que te empeñes, por mucho que llores, ni por mucho que lo recuerdes.


4 de febrero de 2013

Risas y confianza, vida y danza



¿Cuántas veces me pongo delante de un papel intentando escribirte todo aquello que siento? Cuántas… Y nunca lo hago porque no tengo el valor suficiente para darle después a “enviar”.

Hoy, decidida a ello, lo voy a hacer.


Me acuerdo del día en que te conocí, hace ya 5 años. De cómo algo tan especial y sincero como es la expresión de lo que sentimos nos unió. Y de ahí comenzamos nuestra andadura juntas.

Una amistad no se valora por cuantos “te quiero” se dicen, sino por los momentos vividos juntas. Por ello se que nuestra amistad a valido millones, que no hay momento que se me olvide, ni recuerdo que no me haga sonreír. Bailes. Sonrisas. Películas de miedo, de risa o de amor. Cotilleos. Sorpresas. Festivales. Tardes y tardes sin parar de reír. Secretos. Miradas. Carcajadas. Veranos e inviernos. Vida.

Yo se que tu amistad para mi ha sido como un tesoro y que por circunstancias de la vida nuestros caminos tomaron direcciones diferentes, pero no por ello significó un punto y final. Pues como amistad verdadera siempre estaremos ahí la una para la otra. En la sombra. Sin destacar demasiado. Pero ahí. Para aparecer en el momento oportuno, con la palabra exacta en el instante perfecto. Con una palabra de ánimo o de cariño, queriendo siempre lo mejor para la otra.

Recuerda, “compartir risas y confianza, vida y danza”.