Seguidores

17 de octubre de 2012

¡Juguemos!




Vamos a jugar a un juego:

Levántate, ponte recto y levanta bien la cabeza. Fija tu mirada en el horizonte y empieza a caminar; camina lentamente, disfruta de cada paso. Pero no pares, eso es lo más importante, si te paras, pierdes. Cuanta más seguridad tengas y más feliz seas, más puntos ganas. Olvida los malos recuerdos. Deja tu mente en blanco. Abre tu corazón. Piensa en el presente, en el hoy. Ni se te ocurra llorar con el pasado, porque por cada lágrima, retrocedes un paso. No aceleres repentinamente, o te saltarás casillas... y lo más esencial de todo: si das la vuelta, quedas eliminado.


12 de octubre de 2012

Bailar bajo la lluvia






Una mañana a las 8:30, un señor mayor de unos 80 años llegó al hospital para que le retiraran los puntos de su dedo pulgar. El señor dijo que tenía prisa y que tenía una cita a las 9:00, el enfermero le pidió que tomara asiento, sabiendo que quizás pasaría más de una hora. Lo vio mirando su reloj y decidió examinar su herida. Mientras lo curaba le preguntó si tenía una cita con el médico esa mañana. El señor le dijo que no, que necesitaba ir al geriátrico para desayunar con su esposa. El enfermero le pregunto sobre la salud de ella. Él le respondió que ella hacía tiempo que estaba allí ya que padecía de Alzheimer. El enfermero le preguntó si pensaba que se enfadaría si llegaba un poco tarde, el señor le contestó que hacía tiempo que ella no sabía quien era él, que hacía cinco años que ella no podía ya reconocerlo. El enfermero sorprendido le preguntó “¿Y usted sigue yendo cada mañana, aun cuando ella no sabe quien es?” El sonrió y le dijo: “Ella no sabe quien soy, pero yo aun se quien es ella y la amo”. Al enfermero se le puso la piel de gallina y tuvo que contener las lágrimas mientras el señor se iba y, prenso: “Ese es el tipo de amor que quiero en mi vida.”


El amor verdadero no es físico, ni romántico. El amor verdadero es la aceptación de todo lo que es, ha sido, será y no será en la vida. La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor de todo; ellos sólo hacen todo lo mejor que pueden. La vida no se trata de sobrevivir a una tempestad, se trata de saber como bailar bajo la lluvia.


6 de octubre de 2012

Nunca te detengas




Siempre ten presente que la piel se arruga, el pelo se vuelve blanco, los días se convierten en años, pero lo importante no cambia, tu fuerza y tu convicción no tienen edad. Tú espíritu es el plumero de cualquier tela de araña. 


Detrás de cada línea de llegada hay otra de partida. Detrás de cada logro, otro desafío. Mientras estés vivo siéntete vivo. Si extrañas lo que hacías vuelve a hacerlo. No vivas de fotos amarillas, sigue aunque todos esperen que abandones. No dejes que se oxide el hierro que hay en ti. Haz que en vez de lastima te tengan respeto. Cuando por los años no puedas correr, trota; cuando no puedas trotar, camina; cuando no puedas caminar, usa el bastón, pero nunca te detengas.
 

3 de octubre de 2012

El diagnostico y la terapéutica


El amor es una enfermedad de las más jodidas y contagiosas. A los enfermos, cualquiera nos reconoce. Hondas ojeras delatan que jamás dormimos, despabilados noche tras noche por los abrazos o por la ausencia de los abrazos, y padecemos fiebres devastadoras y sentimos una irreversible necesidad de decir estupideces.

El amor se puede provocar, dejando caer un puñadito de polvo de quiéreme, como al descuido, en el café o en la sopa o en el trago. Se puede provocar, pero no se puede impedir. No lo impide el agua bendita, ni lo impide el diente de ajo que no sirve para nada. El amor es sordo al Verbo Divino y al conjuro de las brujas. No hay decreto de gobierno que pueda con él, ni pócima capaz de evitarlo, aunque las vivanderas pregonen, en los mercados, infalibles brebajes con garantía y todo.